En el Libro, predominan las miniaturas de formato rectangular, pero de la inventiva y libertad con que se
movieron los pintores, nos hablan esas miniaturas, a veces las más hermosas, que ocupan espacios en L en medio
del texto, o las que caprichosamente pintadas, aprovechan espacios mayores incluso sustituyendo al propio texto.
Las iluminaciones organizadas bajo arquerías son las menos, predominando aquellas que van encerradas en un marco liso. Son magníficos los efectos obtenidos en la miniatura del folio 64 r, en la que dos jugadores de frontera, en el interior de una tienda de campaña, representan, al parecer, el desafío del poeta Ibn'Ammar, servidor del taifa Al Mutamid de Sevilla frente al Rey Alfonso VI de Castilla y de León.
Una de las miniaturas más bellas muestra a unos jugadores de dados en un jardín sevillano con un ciprés, una palmera y un naranjo en el folio 71 v. En esta escena las figuras destacan sobre fondo blanco como sucede en las miniaturas del Códice Rico de las Cántigas de Santa María. En ocasiones algún personaje de la escena se sale del marco como sucede en el folio 67 v, en donde aparece un criado sosteniendo por las bridas los caballos de tres fogosos jugadores de dados, constituyendo un hermoso ejemplo de naturalismo animal, como suele ser usual en las representaciones alfonsíes y que por salirse éste del marco de la escena destaca fuertemente.